La exposición de los ciudadanos a los contaminantes atmosféros suele evaluarse a partir de las concentraciones ambientales medidas por las redes nacionales de calidad del aire, suponiendo que las estaciones de vigilancia correspondientes sean representativas de la exposición de la población a través de una ciudad determinada. Sin embargo, este enfoque no tiene en cuenta todos los componentes de la exposición.

En primer lugar, hay una variabilidad significativa en las concentraciones de contaminantes atmosféros dentro de una ciudad, incluidos los puntos calientes que a menudo no están cubiertos por las redes de calidad del aire. En segundo lugar, hay una heterogeneidad en los patrones de actividad temporal de los diferentes subgrupos de población. Y en tercer lugar, las personas pasan aproximadamente el 90% del tiempo en interiores, lo que hace que la calidad del aire interior sea más relevante para la exposición de la población que los niveles de concentración ambiental.

Respirar aire interior con calidad es fundamental para una buena salud.

Proyecto Life Index-AIR

Recientemente, el proyecto LIFE Index-Air, coordinado por IST (www.lifeindexair.net), demostró que el aula es el microambiente que en su mayoría contribuye a la exposición de los niños a partículas pequeñas (42,4%) seguido de la casa (26,7%). Esto nos lleva a la considerable importancia de evaluar la calidad del aire interior, ya que es el determinante clave de la dosis de contaminantes recibidos por un individuo y, por lo tanto, influye directamente en los impactos en la salud.

Respirar aire interior con calidad es fundamental para una buena salud. Gases, productos químicos y otros contaminantes que están presentes en el interior pueden causar efectos inmediatos como dolores de cabeza, irritación de los ojos, nariz y garganta, alergias, mareos y fatiga. Otros efectos en la salud pueden aparecer después de largos o repetidos períodos de exposición. Estos efectos, que incluyen algunas enfermedades respiratorias, enfermedades del corazón y cáncer, pueden ser gravemente debilitantes o mortales.

Mejorar la salud

Reconociendo la importancia de la calidad del aire interior para la salud humana, en las últimas décadas, IST centró su trabajo en microambientes interiores, como escuelas, hogares, centros de atención de ancianos, hospitales, oficinas, gimnasios y transportes. Estos estudios mostraron que la calidad del aire interior se ve afectada por contaminantes del aire al aire libre que han penetrado en el interior, pero también está influenciada en gran medida por fuentes de interior, como aparatos de combustión de combustible, productos de tabaco, materiales y muebles de construcción, sistemas de climatización y productos para el cuidado personal o la limpieza y el mantenimiento del hogar. La ventilación inadecuada puede aumentar los niveles de contaminantes en interiores al no traer suficiente aire exterior para diluir las emisiones de fuentes interiores y al no llevar contaminantes del aire interior fuera de la zona. Los altos niveles de temperatura y humedad también pueden aumentar las concentraciones de algunos contaminantes.

Mejorar la calidad del aire interior puede ser tan eficaz para reducir la transmisión de aerosoles de virus como vacunar al 50-60% de la población.

Mediciones Covid19

COVID-19 llevó el monitoreo de la calidad del aire interior por adelantado. Los edificios en sí mismos no pueden resolver la pandemia, pero desempeñan un papel fundamental en la reducción de la transmisión viral. Un estudio desarrollado por Smieszek, Lazzari y Salathé sugirió que mejorar la calidad del aire interior puede ser tan eficaz para reducir la transmisión de aerosoles de virus como vacunar al 50-60% de la población. Por lo tanto, la comprensión y el control de los contaminantes en interiores pueden ayudar a reducir el riesgo de problemas de salud en interiores. La calidad del aire interior es fundamental y requiere la acción inmediata de los gobiernos, los servicios y los propietarios de viviendas.